El silicio protege tus plantas de plagas, enfermedades y contaminantes, a la vez que fortalece sus paredes celulares contra el estrés, y favorece la fotosíntesis.
Unas paredes celulares fuertes y gruesas también se traducen en tallos y ramas más gruesos. Este aumento de volumen permite que las plantas distribuyan las sustancias esenciales, como el agua y los fertilizantes, con mucha más facilidad por todos sus tejidos.