Para lograr el éxito deseado en un cultivo de cannabis hay que comprender como produce alimentos y crecen: Necesita luz, agua, nutrientes, un medio de cultivo y calor para fabricar alimentos y poder crecer.
Para cultivo la luz debe tener intensidad y un entorno adecuado, el aire tiene que estar templado y rico en dióxido de carbono (ventilación), con abundante agua pero no excesiva (raíces podridas), y los nutrientes apropiados para fomentar un crecimiento saludable. Si tenemos en cuenta todos estos factores en forma óptimos y constantes el resultado será un desarrollo y resultado impecable.
Germinación de la planta
Necesitamos la humedad el calor y el aire, estos factores en conjuntos activan las hormonas (citoquinas, giberelinas y auxinas) que se encuentran dentro de la semilla. Gracias a la provisión del alimento el embrión comienza a expandirse, rompe la cascara de la semilla y comienza su crecimiento exterior para convertirse en una “plántula”.
Desarrollo de la plántula
La raíz primaria de la semilla crece hacia abajo y se ramifica con raíces secundarias, al igual que sucede con el tallo principal y sus ramas.
Las pequeñas raíces absorben agua y nutrientes creciendo y sirviendo de anclaje en el medio de cultivo. Los plantones deberían recibir entre 16 y 18 horas de luz para recibir un correcto crecimiento.
Crecimiento vegetativo
El crecimiento vegetativo de la planta se mantiene cuando se proporciona entre 16 y 24 horas de luz diariamente. A medida que la planta va creciendo, las raíces cumplen funciones más específicas. La raíz central y las más envejecidas son las encargadas de transportar el agua y además pueden contener el alimento (nutrientes).
Las raíces capilares unicelulares son las que absorben el agua y los nutrientes.
Como sucede en las raíces, el tallo también crece por elongación, creando nuevas ramas durante su crecimiento. La yema apical o central es la encargada de dirigir el crecimiento hacia la parte superior de la planta. Las yemas axiales se convierten en hojas o ramas.
La función del tallo es la de transportar el agua y nutrientes desde las raíces capilares hasta las ramas en crecimiento, hojas y flores como también la de mantener rígida a la planta.
Los cultivos que se encuentra en exterior al estar al aire libre la lluvia y el viento empujan las plantas hacia los costados fortaleciendo las células que se localizan en las paredes internas del tallo. Esto no sucede generalmente en los espacios de interior, entonces la producción de celulosa es mínima, por lo tanto, producen tallos más débiles que pueden necesitar la ayuda de un tutor para acompañar su crecimiento.
Una vez que las hojas empiezan a tomar tamaño comienzan a fabricar alimentos (Carbohidratos). La clorofila (La encargada de darle la pigmentación verde a las plantas) convierte el dióxido de carbono (CO2) que se encuentran en el aire, el agua y la energía luminosa en carbohidratos y oxígeno. Este es el proceso que llamamos fotosíntesis, la cual requiere del agua que absorben las raíces y que son transportadas por el tallo y llega hasta las hojas donde se encuentra el dióxido de carbono.
En el envés de las hojas se encuentran los estomas, que son diminutos poros respiratorios, que cumplen la función de canalizar la cantidad de dióxido de carbono.
Para que se logre la fotosíntesis la parte interior de la hoja debe permanecer húmedo, los estomas se abren y cierran para regular este flujo de humedad previniendo la deshidratación. Los estomas son muy importantes para el buen crecimiento de las plantas, deben mantenerse limpios para promover un bienestar ya que es de donde respira la hoja.
Prefloración
El cannabis cultivado desde semilla, en algunos casos, empieza a mostrar pre flores después de la cuarta semana de su desarrollo vegetativo. Generalmente la aparición de la pre flora empieza a hacerse visible cuando los días empiezan a recibir menos iluminación solar de forma natural, o en el caso del cultivo interior sucede cuando cambiamos su ciclo de iluminación a 12hs de luz encendida y 12hs de oscuridad total. En esta etapa sabremos el sexo de la planta. Las que son macho generalmente son cortadas ya que poseen bajo contenido de niveles cannabinoides (THC, CBD, CBN, etc.) Las plantas hembras son cultivadas por su alto contenido en esas sustancias.
Plantas madre
Cuando ya sepamos que la planta es hembra y la veamos fuerte, sana y potente, podemos seleccionarla como una planta madre. Recibirá entre 18 y 24hs de luz para que permanezca en fase de crecimiento vegetativo. Así le cortaremos las puntas de las ramas, o ramas inferiores para enraizarlas, lo que llamamos clones o esquejes.
Cultivar madres fuertes y saludables es la clave para tener constantes esquejes hembras.
Clonación o esquejes
Las ramas o sus extremos que cortamos de las plantas madres son lo que utilizamos para realizar esquejes, que tardan entre 10 a 20 días en desarrollar un sistema de raíces fuerte y sano. Los esquejes deben recibir entre 18 y 24 hora de luz diariamente. Una vez que el sistema radicular está formado, realizaremos el trasplante a los contenedores más grandes para darle proceso al crecimiento vegetativo y luego inducirlos a florecer.
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Floración… ¿Cuándo y cómo?
En el caso del cultivo exterior el cannabis en el hemisferio sur, generalmente, florece llegando el otoño, cuando los días se van acortando y las plantas empiezan a asimilar que se comienza a acercarse el fin de su ciclo vital anual.
Al florecer la planta cambia sus funciones: El desarrollo del crecimiento se ralentiza dándole inicio al crecimiento de las flores. En la mayoría de los casos en la planta de cannabis la floración es provocada al recibir 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.
Las flores se forman durante la última etapa del desarrollo. Si no se poliniza las flores femeninas evolucionaran sin semillas.
Si te interesa saber más sobre floración te recomendamos leer sobre el Ciclo de floración de la planta de Cannabis.
En lo contrario cuando se fertilicen con polen masculino los cogollos de flores femeninas desarrollaran semillas.
Las flores femeninas de cannabis sin polinizar siguen hinchándose y producen mayor contenido de resina, mientras esperan el polen que les permita completar su ciclo vital con éxito. Tras semanas de abundante floración y producción de resina cargada de cannabinoides, la síntesis de THC alcanza su apogeo en la “sinsemilla” no fertilizada frustrada.
El cannabis produce flores de tipo macho y hembra, y cuando ambas están en el aire, el polen de la flor masculina cae sobre la flor femenina fertilizándola. El macho muere después de producir y liberar todo su polen. Las semillas, mientras se forman y crecen dentro de las flores femeninas. A medida que las semillas maduran, la planta hembra muere lentamente.
Es entonces cuando las semillas maduras caen al suelo y germinan de forma natural, a menos que sean recogidas para otros cultivos.
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